El trastorno de Asperger es un desorden caracterizado por alteraciones severas en la interacción social; y actividades, intereses y patrones de conducta rígidos, repetitivos y estereotipados. Este trastorno puede causar desajustes clínicamente significativos en lo social, ocupacional y otras áreas importantes del desarrollo.
Existe una gran confusión al diagnosticar erróneamente a personas con Asperger como si fueran personas con trastorno autista con altos niveles de inteligencia y debido a la carencia de herramientas adecuadas de evaluación, frecuentemente se diagnostican como niños que no cubren todos los síntomas y signos del autismo.
Esto repercute directamente de manera negativa en la elección del tratamiento y forma de intervención adecuados, cayendo en un mal diagnóstico y por ende, sin un pronóstico alentador.